A mucha gente le gusta sumar, sumar posesiones, sumar amistades, añadir cosas a su vida, y mientras más tienen, más satisfechas se sienten. Pero hay un concepto aún más excelente, multiplicar.
Cuando sumas, añades, para tí. Es una operación en cierta forma egoista, porque te llenas, te satisfaces. Cuando multiplicas, das a otros. Cuando multiplicas, la suma se convierte en algo progresivo, y puedes afectar a otros, no solo a tí misma.
Cuando tengas oportunidad de tender la mano, de conectar personas para beneficiarse. Cuando en tus manos esté el multiplicar tus provisiones y compartirlas con otros. Hazlo.
No te quedes con la simple suma de tener más tener. Obtener más obtener. Mejor multiplica. La aritmética de la vida es simple... y mientras más multiplicas, más añades, no solo para tu bien, sino para el bien de los demás.
Tenemos la bendición de ser seres multiplicadores por excelencia. Jesús lo fue, cuando dió de comer a multitudes. Cuando en sus sermones, las bendiciones eran recibidas por muchos. Cuando al morir en la cruz, abrió el camino para que todos los que en el creyéremos llegaramos de manera segura al Padre. Seamos agentes multiplicadores. No te quedes con lo que tienes para tí, aun me atrevería a decir, no te conformes con cubrir sólo a tu círculo interior, tu familia, al contrario, expande tu territorio, salpica a otros con las bendiciones que tu tienes.
¿Qué propósito tiene una vida egoísta? ¿Qué satisfacción hay en acaparar? La vida fue hecha para expandernos, para abrir los brazos, para dar a manos llenas. Y cuando tu más des, tu Dios, padre que está en los cielos, abrirá las ventanas para que la provisión nunca falte en tu vida.
Cuando sumas, añades, para tí. Es una operación en cierta forma egoista, porque te llenas, te satisfaces. Cuando multiplicas, das a otros. Cuando multiplicas, la suma se convierte en algo progresivo, y puedes afectar a otros, no solo a tí misma.
Cuando tengas oportunidad de tender la mano, de conectar personas para beneficiarse. Cuando en tus manos esté el multiplicar tus provisiones y compartirlas con otros. Hazlo.
No te quedes con la simple suma de tener más tener. Obtener más obtener. Mejor multiplica. La aritmética de la vida es simple... y mientras más multiplicas, más añades, no solo para tu bien, sino para el bien de los demás.
Tenemos la bendición de ser seres multiplicadores por excelencia. Jesús lo fue, cuando dió de comer a multitudes. Cuando en sus sermones, las bendiciones eran recibidas por muchos. Cuando al morir en la cruz, abrió el camino para que todos los que en el creyéremos llegaramos de manera segura al Padre. Seamos agentes multiplicadores. No te quedes con lo que tienes para tí, aun me atrevería a decir, no te conformes con cubrir sólo a tu círculo interior, tu familia, al contrario, expande tu territorio, salpica a otros con las bendiciones que tu tienes.
¿Qué propósito tiene una vida egoísta? ¿Qué satisfacción hay en acaparar? La vida fue hecha para expandernos, para abrir los brazos, para dar a manos llenas. Y cuando tu más des, tu Dios, padre que está en los cielos, abrirá las ventanas para que la provisión nunca falte en tu vida.
En todo os he enseñado que, trabajando así,
se debe ayudar a los necesitados,
y recordar las palabras del Señor Jesús,
que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
(Hechos 20:35 RV)
se debe ayudar a los necesitados,
y recordar las palabras del Señor Jesús,
que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
(Hechos 20:35 RV)
No hay comentarios:
Publicar un comentario