La tendencia entre la mayoría de las mujeres actualmente, es lograr la belleza a como de lugar. Sea esta artificial, o sea natural. Existe un mercado inmenso beneficiándose de esta hambre de un grupo cautivo, amplio e inmenso, que lo constituimos todo el género femenino. El botox está de moda, y las cirugías estéticas, son lo más vendido al día de hoy. Vemos mujeres casi perfectas, medidas exactas para ser modelo, que han pasado por el bisturí y las inyecciones muchísimas veces. La tendencia ahora es de remodelar lo exterior, sin importar lo interior.
Y si es importante esto, el dar una buena imagen. Es vital para toda mujer que haya un juego entre su autoestima y su presentación personal, y mostrar lo que se quiere reflejar. Sin embargo, erróneamente en la mayoría de los casos, nos dedicamos a cultivar lo exterior, sin percatarnos de lo interior. Existen muchísimas obras de arte caminando por las calles, con un corazón y una inteligencia vacías.
Como todo en la vida debe haber un balance entre lo que es la belleza, la vanidad y la obsesión. Todo esto es muy intrincado, bastante complejo, y debe ser enseñado desde los primeros años, o aprendido con ahínco en los años mayores. La Biblia dice que la "alegría del corazón hermosea el rostro" (Proverbios 15:13) y es tan cierto. Una persona integral, con una autoestima sana y con un caminar con Dios, va a dar como reflejo una personalidad cautivante y hermosa, aunque sus rasgos no sean de lo más favorecido, es su interior reflejado en su exterior.
Otro factor importante es la autoaceptación. Con esto no estoy diciendo que nos conformemos con lo que tenemos actualmente y no hagamos esfuerzos, por mantener un cuerpo saludable y una figura estéticamente proporcionada. Pero si sabemos, por ejemplo que estamos pasadas de peso... el remedio no es empezar a fatigarnos con la idea de que no valemos, y a obsesionarnos a probar cuanta dieta y cuanto tratamiento extraño para adelgazar. Las cosas deben hacerse con mucha sabiduría, aprender a focalizar cuales son nuestros puntos favorables, a sacar el máximo provecho de ellos, y si... a esforzarnos por adelgazar esas libritas que nos sobran de más. El esfuerzo, al tiempo... dará resultados formidables.
Existe un peligro para las mujeres, que utilizan muchas veces la belleza como un arma para atraer una pareja. Y que al conseguirla, tienden a decrecer en su cuidado personal. Esto es un claro significado que la autoestima está en desbalance. Se logra un cuidado personal en pos de un objetivo, y no como parte de la vida misma. Cuando queremos ser bellas por "algo" o por "alguien" es cuando debemos revisarnos y hacer lo necesario para corregir esto. Existen verdaderas bellezas que cuando han conseguido un esposo, o una pareja, se abandonan a una rutina de descuido personal. Como un día un amigo me dijo "ya lo consiguió... ahora se acomoda". Ojo... alto y precaución... Nuestras parejas están rodeados todos los días de estimulos visuales fuertes, tratan con mujeres delicadamente arregladas todo el día... bien vestidas, con aroma agradable, y una presencia simpática. Y al llegar al hogar, encuentran a su pareja, con el traje de dormir, el pelo con olor a ajo y cebolla, muchas veces descuidadas hasta en su aseo personal, argumentando que los niños y el cuidado del hogar no les dejaron poner un minuto de cuidado en sus personas. Creo firmemente, que es aqui donde se empieza a perder el encanto, y se abren puertas para la infidelidad.
Fuimos hechas mujeres, con una bendición muy grande, somos seres únicos, con gracia, con delicadeza y belleza. Debemos cultivarnos, en todo aspecto, en el alma, en el intelecto, y en el aspecto físico. Somos el templo del espíritu y el gozo de nuestras parejas. Dediquemos unos momentos de nuestro día, apartemos una hora, media hora, para poder cultivarnos diariamente. Así como cada día echamos aguita a nuestras flores para que extiendan sus bellos pétalos y nos llenen el alma con su hermosura, así dediquémonos un tiempo diariamente, así mimémonos y crezcamos en autoestima.
Y si es importante esto, el dar una buena imagen. Es vital para toda mujer que haya un juego entre su autoestima y su presentación personal, y mostrar lo que se quiere reflejar. Sin embargo, erróneamente en la mayoría de los casos, nos dedicamos a cultivar lo exterior, sin percatarnos de lo interior. Existen muchísimas obras de arte caminando por las calles, con un corazón y una inteligencia vacías.
Como todo en la vida debe haber un balance entre lo que es la belleza, la vanidad y la obsesión. Todo esto es muy intrincado, bastante complejo, y debe ser enseñado desde los primeros años, o aprendido con ahínco en los años mayores. La Biblia dice que la "alegría del corazón hermosea el rostro" (Proverbios 15:13) y es tan cierto. Una persona integral, con una autoestima sana y con un caminar con Dios, va a dar como reflejo una personalidad cautivante y hermosa, aunque sus rasgos no sean de lo más favorecido, es su interior reflejado en su exterior.
Otro factor importante es la autoaceptación. Con esto no estoy diciendo que nos conformemos con lo que tenemos actualmente y no hagamos esfuerzos, por mantener un cuerpo saludable y una figura estéticamente proporcionada. Pero si sabemos, por ejemplo que estamos pasadas de peso... el remedio no es empezar a fatigarnos con la idea de que no valemos, y a obsesionarnos a probar cuanta dieta y cuanto tratamiento extraño para adelgazar. Las cosas deben hacerse con mucha sabiduría, aprender a focalizar cuales son nuestros puntos favorables, a sacar el máximo provecho de ellos, y si... a esforzarnos por adelgazar esas libritas que nos sobran de más. El esfuerzo, al tiempo... dará resultados formidables.
Existe un peligro para las mujeres, que utilizan muchas veces la belleza como un arma para atraer una pareja. Y que al conseguirla, tienden a decrecer en su cuidado personal. Esto es un claro significado que la autoestima está en desbalance. Se logra un cuidado personal en pos de un objetivo, y no como parte de la vida misma. Cuando queremos ser bellas por "algo" o por "alguien" es cuando debemos revisarnos y hacer lo necesario para corregir esto. Existen verdaderas bellezas que cuando han conseguido un esposo, o una pareja, se abandonan a una rutina de descuido personal. Como un día un amigo me dijo "ya lo consiguió... ahora se acomoda". Ojo... alto y precaución... Nuestras parejas están rodeados todos los días de estimulos visuales fuertes, tratan con mujeres delicadamente arregladas todo el día... bien vestidas, con aroma agradable, y una presencia simpática. Y al llegar al hogar, encuentran a su pareja, con el traje de dormir, el pelo con olor a ajo y cebolla, muchas veces descuidadas hasta en su aseo personal, argumentando que los niños y el cuidado del hogar no les dejaron poner un minuto de cuidado en sus personas. Creo firmemente, que es aqui donde se empieza a perder el encanto, y se abren puertas para la infidelidad.
Fuimos hechas mujeres, con una bendición muy grande, somos seres únicos, con gracia, con delicadeza y belleza. Debemos cultivarnos, en todo aspecto, en el alma, en el intelecto, y en el aspecto físico. Somos el templo del espíritu y el gozo de nuestras parejas. Dediquemos unos momentos de nuestro día, apartemos una hora, media hora, para poder cultivarnos diariamente. Así como cada día echamos aguita a nuestras flores para que extiendan sus bellos pétalos y nos llenen el alma con su hermosura, así dediquémonos un tiempo diariamente, así mimémonos y crezcamos en autoestima.
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