martes, 31 de marzo de 2009

No pierdas la esperanza...

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Existen muchas ocasiones en que la bruma de los problemas no nos dejan ver lo que viene por delante. A veces hemos sido enseñadas a no preveer para el día de mañana, sino conformarnos con cuanto nuestros ojos físicos pueden ver.

No analizamos. No nos detenemos a pensar que es lo bueno... y que es lo mejor para nuestras vidas, sino simplemente vivimos, y cuando enfrentamos un problema creemos que es el acabose de todo. Perdemos la esperanza y nos rendimos.

La vida está hecha de batallas que hay que pelear, y ganar. No hay tregua, cada momento que vivimos es una lucha, de nuestro organismo por seguir respirando, de nuestras circunstancias adversas, para seguir viviendo.

Nos dejamos llevar por las voces internas y externas que nos gritan a todo pulmón que la crisis está en medio de nosotros, que vienen tiempos malos, que no hay nada bueno por esperar. Y podemos caer en el error de dejar que nuestras vidas se cubran por el pesimismo, y por la oscuridad de quienes nos rodean, eso... si no supiéramos que tenemos como padre altísimo a un Dios todopoderoso, que en su palabra nos ha concedido un futuro brillante y hermoso... aún en medio de las crisis.

En mi vida cristiana uno de los versículos que más me confronta, a tener una actitud de guerrera valiente, es el siguiente: "Porque Jehová me habló de esta manera con mano fuerte y me advirtió que no caminara por el camino de este pueblo, diciendo: «No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo." (Isaías 8:11-13RV).

Dicho en otras palabras, nuestra vida tiene que ser diferente, nuestra mentalidad también tiene que cambiar. Quienes no conocen a Dios, están en la penumbra, no pueden ver esperanza para sus vidas, pero quienes conocemos que tenemos de nuestro lado al Dios de lo imposible, podemos soñar, crear ilusiones y planificar metas para el futuro. Seguras, que en nuestra mesa siempre habrá pan para alimentar a nuestras familias, conscientes de que nuestros hijos tendrán un futuro hermoso, y alcanzarán sus sueños. Y totalmente confiadas, en que nuestras esperanzas están cimentadas en la Roca Fuerte.

No nos dejemos llevar por la corriente. No seamos borregas del rebaño de los pesimistas. Levantemos la vista, aprendamos a ver del otro lado del cerco, sepamos que hay abundancia, y provisión, para nosotras y los nuestros. Aprendamos a estar confiadas, acerquémonos a su presencia, conozcamosle cada día más. Y descansemos en El, sabiendo que todo sueño, toda meta, todo anhelo que pongamos en oración delante de Él, será escuchado.

El es el Dios de los imposibles, el que abrió un Mar. El que inició una nación inmensa de un vientre viejo y estéril (Sara y Abraham). El que el día de hoy, está con su oído presto a escucharte, y saber cual es tu anhelo para el futuro... y te lo concederá... sin tan sólo crees.


viernes, 27 de marzo de 2009

Somos hijas de un Rey

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Si el desánimo entra en tu vida, si sientes que ya nada tiene sentido, si la escasez ha tocado a tu puerta, si para tí el sol, ya no brilla más... te digo... no temas, "eres hija de un rey"

Si las vicisitudes de la vida te han hecho perder el brillo de tu sonrisa, si tus ojos no se abren sino para llorar, si tus labios se arquean pero no para reir... te digo... no sufras, "eres hija de un rey"

Si las piedras del camino han lastimado tus pies, si las manos tuyas ya no se levantan, si tu cuerpo está extenuado por el tanto caminar, y según tu ya no existe esperanza, te digo... espera... "eres hija de un rey".

Si el amor te ha golpeado. Si la vida te ha dado la espalda, si tu rostro ya no resplandece más. Te digo, levanta tus manos, baila y danza, y alégrate porque... "eres hija de un rey"

Eres princesa, eres amada, eres única. Eres hermosa, eres deleite, eres bálsamo. El mundo sin ti no se mueve, la vida sin ti no se da. Creas, proteges, alientas, perdonas, amas y salpicas la vida de todos con tu amor y tu ternura.

Eres sin lugar a dudas, la princesa amada... "eres hija de un rey"

Oye, hija, y mira, e inclina tu oído;
Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

Y deseará el rey tu hermosura;
E inclínate a él, porque él es tu señor.

Y las hijas de Tiro vendrán con presentes;
Implorarán tu favor los ricos del pueblo.

Toda gloriosa es la hija del rey en su morada;
De brocado de oro es su vestido.

Con vestidos bordados será llevada al rey;
Vírgenes irán en pos de ella,
Compañeras suyas serán traídas a ti.

Serán traídas con alegría y gozo;
Entrarán en el palacio del rey.

En lugar de tus padres serán tus hijos,
A quienes harás príncipes en toda la tierra.

Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones,
Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

Salmo 45: 10-17

domingo, 15 de marzo de 2009

Conociéndonos... a nosotras mismas

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Vivimos vidas aceleradas en estos días. Nos debatimos entre preparar el desayuno, planchar nuestro pelo, tener listo el uniforme de los niños y además, prepararle la ropa al esposo cuando sale a trabajar.

Nos dedicamos a trabajar horas incesantes en una oficina. O a dedicarle tiempo a nuestro hogar, cuando así se requiere. Y no nos queda tiempo para descubrirnos. Para analizar si cuanto hacemos a diario está bien o está equivocado.

Proferimos palabras hirientes. Muchas veces juzgamos sin pensar. O somos egoístas, reflejando en otros nuestras actitudes. No nos da tiempo eso es... de acercarnos al espejo de Dios y vernos realmente como somos.

Cuando dedicamos tiempo a nosotras mismas. A evaluar nuestras actitudes, a valorar nuestros aciertos. Vamos madurando, vamos creciendo. No podemos quedarnos siempre como las niñas que tienen que ser guiadas por sus esposos, como las ovejas que siguen a un mismo rebaño, al montón de mujeres maledicientes que existen. No podemos dejar que nuestro corazón se llene de los abrojos del rencor, la ira, el odio.

Es necesario y urge, que cada día doblemos rodillas y pidamos a Dios nos enseñe a aprender de nuestros errores. A que hagamos un examen diario de nuestras actitudes y nuestro comportamiento. A pedir perdón por cuanto hemos hecho mal, y a poder ser renovadas, limpias de todo mal.

Vemos todo muchas veces, a través de nuestro propio cristal, y podría estar empañado por el polvo, o la suciedad de una vida que no tiene moderación. Es importante que en búsqueda de Dios cada día, pidamos sabiduría. Recordando que somos, pilares, bastiones en los que se sostiene una familia.

Dios quiere que ante todo tengamos un corazón limpio. Una conciencia justa. Que seamos mujeres virtuosas, sin lugar a dudas, que conocen sus limitaciones y también sus valores. Acerquémonos al manantial de agua de vida, que es Dios, observemos nuestro reflejo, y si estamos cayendo en tener un concepto diferente de nosotras, a lo que realmente somos, dejemos que su bendita agua nos bañe, y nos limpie de todo pecado...

Y aprendamos que somos únicas, vasijas útiles, vasos frágiles, en los cuales Dios ha puesto sentimientos nobles, virtudes y valores, que nadie más tiene. Mientras más nos acerquemos a Dios en oración, mucho más iremos obteniendo su personalidad en nuestras vidas, nos iremos asemejando tanto a él, seremos transformadas y renovadas.

Tú amas la verdad en lo íntimo
y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo y seré limpio;
lávame y seré más blanco que la nieve.

¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio,
y renueva un espíritu recto dentro de mí!

(Salmo 51: 6,7 y 10)

sábado, 7 de marzo de 2009

A tí mujer, en tu día

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Mujer

Eres seda
Suaves manos que acarician, que sanan, que alientan. Manos que ayudan, apoyan, que crean, que inventan. No hay vida que no haya sido tocada por tus manos, por la seda de tu amor, por la dulzura de tu bondad.

Eres Flor
Eres bella, inspiras, das belleza. Eres una creación perfecta, por un Dios amoroso. Eres el punto de partida de miles de poemas, de miles de canciones. Eres Flor, color, sutileza, decoras la vida de quienes te rodea con tu afable sonrisa, con tus ojos brillantes, eres la rosa más bella creada por Dios.

Eres Música
Tu voz es una melodía graciosa, que da aliento, que perdona, que edifica. Es la voz que arrulla la cuna, la que aconseja al niño, la que conforta al adolescente, eres madre, eres la voz que guía y forma. Eres amiga, la voz que denota el sendero por el cual caminar de una manera mejor. Eres sierva, la voz de Dios hecha mujer.

Eres Fuego
Enciendes la llama del amor, eres pasión en todo lo que haces. Emprendes proyectos heróicos, inyectas motivación en lo que hacen los demás. Eres ese volcán de energía que mantiene los hogares avanzando, las empresas caminando, las ideas surgiendo. Eres un vaso que llena la unción de Dios, restauras, amas con todo lo que tienes.

Eres Pilar
Columna labrada de mármol, donde se apoyan los cimientos de la vida. Fuiste escogida por Dios para ser vientre. Fuiste escogida por Dios para ser guia. Eres el pilar donde han nacido las civilizaciones, eres fuerte, valiente, osada. Eres firme y eterna. Sientes por siempre, amas por siempre, vives con esperanza y fé. No te das por vencida. Eres apoyo a tu pareja, eres cimiento a tu hogar.

Eres Fuente
Fuente de amor, fuente de comprensión, fuente de provisión. Tu mesa está siempre llena, tu hogar está siempre hermoso. Tu corazón está siempre rebosando, dando amor a manos llenas. Palabras sabias en cada momento. Miradas de amor, susurros, silencios. Eres fuente de inspiración, eres fuente de bondad. Llenas, calmas, apoyas, fortaleces.

Eres Mujer
Y Dios te creó asi con un propósito. Eres única, incomparable, no te pareces a ninguna. Fuiste creada con un molde especial, alta, baja, delgada, gordita, de la manera que Dios te hizo te hizo única. Eres el deleite de Dios hecho persona. Eres quien le pone la sal al mundo, y el condimento a la vida. Ingrediente indispensable en la receta del creador. Mujer, trabajadora, madre, ama de casa, estudiante, niña o adolescente, eres la complacencia de Dios... la niña de sus ojos.

En homenaje a todas esas mujeres, escondidas, madres, amigas, hijas, anónimas, quienes día a día, con su amor y su empeño, logran que este mundo, sea un mejor lugar, un más bonito sitio para habitar. A las que nos enseñaron nuestros primeros pasos desde niñas, las que tomaron en su mano la tarea de hacernos crecer como mujeres de bien. Las que se esfuerzan y sudan la gota amarga por suplir a sus familias. Las que son, madres, padres, las que guian un hogar, a pesar de que todo esté en su contra. A todas nosotras, que Dios nos dio el privilegio, de ser llamadas Mujeres. Feliz Día de la Mujer.

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
(Proverbios 31:1)

lunes, 2 de marzo de 2009

Sueña!!!!

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Existió en tu alma algún día un sueño. Quizás exista aún una ilusión. De niña querías ser astronauta, actriz, cantante, bailarina. Las cosas no se dieron como pensabas y tomaste otros rumbos y fuiste acumulando tus sueños en un rincón del alma, sueños que se quedaron dormidos.

Solías caminar por el campo, y encontrarte con ese riachuelo, y como podías zafabas sandalias y corrías a sumergir tus pies en el agua fresca, mientras con la mano deshojabas una margarita, sonriendo, sin preocuparte, sin pensar en que el futuro quizás no fuera el que habías soñado.

Admirabas a esa persona que te enseñaba de pequeña, quisiste siempre ser como ella. Soñabas con estar en un salón de clases rodeada de niños, enseñandoles los fundamentos... O quizás soñaste alguna vez con poner un restaurante donde pudieses servir los platillos que desde tiempos de la bisabuela, han corrido por la familia...

Tus dibujos maravillosos, se quedaron dormidos en la carpeta. Guardaste las acuarelas, los óleos y los acrílicos, los pinceles perdieron sus hebras y ya no hubo más color plasmado, en aquel lienzo, al que visitabas todos los días...

Soñaste, soñaste, soñaste, pero se quedó ahi. No pasó nada. Te equivocaste de camino, (según tu) y ahora estás a la mitad de tu vida, sin anhelos, sin ilusiones y con los sueños perdidos en algún lugar del pasado.

La vida, es como una chispa que tenemos que alimentar, día a día. Dando pasos pequeños pero seguros para alcanzar cuanto deseamos. Muchas veces nos sentimos incapaces de hacerlo, excusándonos en la falta de recursos, en la falta de oportunidades, en nuestra escasa escolaridad, o quizás en nuestros propios miedos.

Todo sueño, implica esfuerzo y dedicación. Puedes llegar a ser lo que tu quieras, si te lo propones y alcanzas cada día pequeñas metas, y quizás lo más importante de todo, si encomiendas a Dios cada uno de esos sueños. Soñar involucra creer, y creer involucra fé, como dice la palabra, "es pues la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1).

Creyendo que lograremos algo, lo podemos hacer. Está en nosotras permitir que se dé o que se quede sin hacer. Al día de hoy hay muchas maneras de alcanzar las metas que nos trazamos. Ahorrando unos cuantos pesos vamos pudiendo hacer las cosas que hemos anhelado. Quizás nos lleve más tiempo que antes. Quizás no sea instantáneo, pero lo más importante es que lo estamos intentando y si el intento se hace a conciencia, se llega a lograr.

Muchas veces me he preguntado por que cambiamos de pronto de adolescentes a adultos, porque hay una brecha tan grande entre la locura efervescente de la adolescencia, y la pesadumbrez de muchos adultos. Por que ya no se puede ver la vida desde otro punto de vista, más que el de un adulto amargado y sin ilusión. Perdemos la chispa divina que fue puesta en nosotros y nos abandonamos a sobrevivir, olvidándonos de vivir.

Cada día que pasa es una nueva oportunidad de hacer realidad un sueño, porque pequeño que sea. Como probar esa nueva receta que nos encontramos navegando por internet. Como haciendo lo posible por poner una venta de pasteles, o quizás, tomando un paso para ir de nuevo a trabajar y reincorporarnos a una sociedad de la cual hace mucho nos alejamos. ¿Qué has soñado tu? ¿Te atreverías a tomar un lápiz y hacer una lista de aquello que dejaste pendiente? Y más aún, ¿Te atreverías a dar el primer paso para hacerlos realidad?

Deléitate en Jehová, y él te concederá los anhelos de tu corazón
Encomienda a Jehovah tu camino; confía en él, y él hará.
Salmo 37:4-5